Sin duda que cuando se empezó a crear este proyecto ninguno de nosotros teníamos idea ni la certeza de la cantidad de gente que lo iba a conformar y del apoyo que íbamos a obtener en cada partido. Nos imaginábamos a nuestros familiares y algún que otro amigo que se sumara por no tener nada que hacer, por curiosidad, o porque le interesaba nuestra apuesta y quería ver cómo nos iba. No creíamos ni pensábamos en otras personas que no sean cercanas a nosotros, aunque desde el vamos, sabíamos que teníamos el apoyo de la subcomisión para hacer la planilla y todo lo administrativo.
De a poco fue pasando el tiempo, y se fueron sumando personas al equipo. Gente que en algún momento de su vida supo vestir la camiseta de este club, y si bien no todos nos conocíamos, o si nos conocíamos no había ningún tipo de relación mas que un saludo, se fue armando este equipo. Este equipo que apunto en primera instancia a volver a compartir una cancha con sus grandes amigos de la vida. Que a medida que se sumaban voluntades, se fue dando cuenta de que estaba para dar pelea, y para poder intentar dejar a Ferro B en lo más alto que se pueda, para que el día de mañana, los chicos de inferiores puedan foguearse en el mejor nivel posible.
Empezó el torneo, y todos nos ilusionamos con llegar a donde llegamos, a esa final. Cada uno de nosotros tomo esto como un compromiso con sus compañeros, y mas allá de que la mayoría trabaja, estudia, y tiene novia, se resignaron ciertas cosas para poder estar en el playón entrenando. Dentro de cada uno estará el porqué, en algunos casos fue por sentimiento a la camiseta, en otros por compartir la alegría de volver a estar en Ferro con nuestros mejores amigos, por disfrutar este deporte tan lindo (en algunos casos después de largos años), por volver a ser felices en ese playón luego de estar jugando en otro club por mucho tiempo, y creo que mas que nada por el grupo.
La semana anterior a la final con Platense, hizo mucho frío en el playón, pero sin embargo, estuvimos todos ahí entrenando, ese fue el momento en creo que todos nos dimos cuenta del compromiso, de que este deporte fue una parte importante de nuestras vidas y queríamos que lo siga siendo, y las ganas de poder festejar el Domingo.
Llego el día del partido y al ver la tribuna, todos y cada uno de nosotros, nos dimos cuenta del apoyo, y nos enorgullece decir, que si bien la subcomisión de handball lo hizo desde un principio, jamás nos imaginamos que la gente de todo el handball de Ferro iba a sumar a nuestra aventura.
Si bien obviamente todos nos sentimos resultado y parte de Ferro, jamás se imaginó que Ferro B fuese lo que hoy es en el handball de este club.
Para nosotros contar con el apoyo de los juniors y de la liga (dedicando parte de su tiempo a jugar amistosos contra nosotros y alentándonos en los partidos), de las inferiores de caballeros, y el apoyo del handball femenino nos hace sentir cosas inexplicables, pero que forman parte de esa “cultura” que es el handball de Ferro.
Ojala todos los chicos que practican handball en nuestro club se sientan tan identificados como nosotros, y que todos podamos disfrutar y ver en el futuro que los chicos de nuestra GRAN institución tengan la misma sensación de pertenencia al club que tenemos todos nosotros. Ferro no es solo un club, es una parte importante de nuestras vidas, nos dio viajes, amistades y sensaciones desconocidas e inigualables para nosotros. Sin ir más lejos, en muchos casos los grandes grupos de amigos son gente con la que compartimos divisiones inferiores. Esas divisiones inferiores, en las que se nos enseño que mas allá de los resultados, lo importante son las personas, es decir cada uno de nosotros, y que los grandes equipos no se forman con el buen juego, si no con la unión del equipo y con el corazón.
Como no creer la importancia que tiene el deporte en nuestra vida. Como no ver al deporte como una herramienta para cambiar la realidad. El deporte nos enseña a querer al otro, entender al otro y pensar con el otro. No se trata de un yo, se trata de nosotros, El Equipo, y también de FERRO, el club que a todos nos formó. Nos enseño a pensar en nuestros compañeros y después en nosotros y por sobre todas las cosas nos enseño a divertirnos (cosa que muchos recién ahora, a esta edad estamos entendiendo).
Por eso queríamos, y no podíamos dejar de agradecerles por este apoyo incondicional que tuvimos de todos desde el primer momento, desde la subcomisión, en especial a Ricardo Poncet, que nos acompaño a todos lados, dejando cosas que hacer para estar al lado nuestro. A nuestros entrenadores, LUCHO y EZEQUIEL que supieron conjugar nuestras virtudes y nos bancaron en todas. Al handball del club en general por venir a los partidos o acompañarnos en los entrenamientos. A los padres, no solo los nuestros, si no todos los que se acercaron de alguna manera a nosotros. Pero en especial agradecerle a FERRO por todas esas cosas visibles que nos dio, desde los torneos, los viajes, nuestros amigos, novias; hasta las cosas no palpables, que son los Valores, y que hoy forman gran parte de nuestras vidas, y nos hacen ser buenas personas por sobre todas las cosas.
Muchísimas gracias a todos.
FERRO “B”