Hoy seguí un impulso, recorrí el camino que muy bien Manuel Crivelli describe y llegue hasta esa puerta AZUL la cruce y ahí estaba…… él y yo solos sin nadie más, mano a mano, son las 2 de la tarde de un día radiante el silencio es tan grande como la paz que lo enmarca, saque un par de fotos para el recuerdo, me senté un rato y reflexione lo siguiente que comparto con ustedes.
Ese playón nos dio
muchas cosas en común, muchos denominadores comunes, muchas experiencias
similares y por sobre todas las cosas, valores de vida y formas de actuar
comunes. Es acá es donde se me ocurrió un paralelismo entre mi vínculo con el PLAYON,
y su cierre que quiero transmitirles.
Unos años antes del 2000 elegí la gran y hermosa
responsabilidad de transmitir, pregonar, predicar esos valores que yo aprendí y
viví dentro de Ferro y de ese playón, un club que vi campeón de todo, que tenía
7000 u 8000 mil socios y que increíblemente dentro de ese Mundo de pibes (literal)
el factor humano de sus docentes te daba tu particularidad, vos ahí adentro te sentías
el mejor o entrenabas como un perro porque querías serlo.
Durante casi 10 años capte chicos y forme deportistas con
los valores de un club que había vivido yo como niño y como jugador pero que ya
no existía , era un gigante sumergido en una gran crisis por donde se lo mire ,
lo único que quedaba de ese gran club , era su gente ( poca , pero inmensamente
valiosa) y sus paredes.
Así entre todos los que quedábamos incluidas las
paredes y el escudo…. pudimos explicarles a estos pibes nuevos de que se trataba
ser de Ferro y más específicamente jugar al handball en Ferro.
Costó mucho trabajo y paradójicamente con mi compadre en
esto Martin Duhau nos dedicamos no a buscar niños con cualidades físicas (como
cuando éramos 7000), sino con cualidades humanas, características verdolagas le
dicen algunos, para poder así transmitir el legado de esto que nos cuidó y
formo como si fuésemos sus hijos
El handball de ferro siempre fue una burbuja dentro del club,
que en muchos aspectos parece hasta detenida en el tiempo en la década del
80-90 y ese Playón la casa matriz.
Una actividad familiar, que funciona siempre, que nunca dejo
de generar sentido de pertenencia
respeto y honor de ponerse el escudo y los colores.
Lleno de bueno pibes y pibas
respetuosos y solidarios con su deporte.
A que voy con todo esto que tal vez aburra porque habla más
de mi historia que otra cosa,
Que lo que tiene en común la desaparición física DEL PLAYON y el momento
que me tocó vivir a mi dentro de Ferro allá por el 2000 es que así como yo tuve
que predicar y enseñar a respetar algo que ya no estaba , pero que si quedaba
su ESPIRITU, su NOMBRE Y HONOR , ahora va a empezar a pasar el tiempo y el
playón ese que todos ustedes vieron y les enseño todo lo que saben no va a estar
mas físicamente , pero será responsabilidad de los que tuvieron el privilegio
de conocerlo transmitir su esencia y su espíritu …ese que te enseña a ser niño primero y hombre después ,a rasparte el alma , a que si te quema la suela
de las zapas corras más rápido en vez de
quejarte ,a hacer equilibrio y frenar donde ajenos caen como moscas, el que te
hace ver una tribuna donde hay 5 tablones, el que te enseño el lenguaje de
señas para poder jugar mientras se hace la
prueba de sonido de METALLICA y que aunque las condiciones no sean las mejores creer que todo es posible, todo se logra siempre y cuando
te lo propongas seriamente, que fundamentalmente como alguna vez dije , es muy difícil
llegar a destino sino se disfruta del VIAJE.
Está en cada uno de los jugadores entrenadores y padres que conoció
ese lugar seguir haciendo que esa gran rueda
que es el handball de Ferro Carril Oeste siga girando….
de la misma forma… con las misma ganas….con el mismo espíritu, como dicen de
algunos futbolistas seguir jugando como en el PATIO de CASA.
Porque en definitiva le podrán poner techo o correrlo un
poquito para el lado de Martin de Gainza pero quédense tranquilos que si
ustedes están ahí el PLAYON siempre va a estar.
Saludos
Maiko
