Las Supercampeonas en FerroWeb-La Sangre es VERDE.
07.03.16 - 17:32 ¦ Handbol
PASIÓN VERDE
“La sangre es verde”, dijo en su momento Cacho Saccardi, máximo ídolo deportivo de Ferro Carril Oeste. No hay mejor frase que describa a estas chicas, las pentacampeonas. Apertura, Clausura, Nacional, Copa Femebal y Super 4, todo (sí todo), querido amigo verdolaga, quedó en Caballito. No hay equipo en la historia del handball argentino que lo haya logrado: 5 títulos en igual cantidad de competiciones.
Seguramente a más de uno se nos pone la piel de gallina cuando leemos declaraciones de Victoria Crivelli, Florencia Ponce de León o Luciana Salvadó agradeciendo y resaltando su amor por el club. Este plantel quiere, ama a Ferro. Son apasionadas por el verdolaga. Y justamente esa pasión es lo que lleva a que vos veas que aplastan 22-13 al durísimo Estudiantes de La Plata en la última final. Es esa pasión la que contagiaron Rocío Bernardez y Paula Mosciaro en defensa, poniéndose el overol cuando en los primeros 15 el pincha marcaba el ritmo del partido. La misma pasión que siente Marisol Carratú, que en el segundo tiempo bajó la persiana y los tiros de las de La Plata rebotaban como contra una pared. Esa pasión que mostraron las hermanas Carbia (Mariana y Malena) cuando hacían desastres en la defensa de Estudiantes, cada vez que entraban. La pasión de Bety Contrera para, cuando Ferro era uno menos, hacer parecer que era uno más, defendiendo como si fuera la última pelota y metiendo cada
una que le quedaba. Ni hablar de Eugenia Lusarreta, que debutó en Liga de Honor en la Semifinal y menos de 24 hs después se bancó casi todo el partido marcando de 3 a la pivote de la Selección Argentina, eso es pasión. Lo mismo que demostraron Mariana Grendene, Tatiana Rosella y Milagros Zárate, fundamentales para que el equipo pueda rotar y no sufra una merma en el nivel. Esa pasión de Tatiana Kremenchutzky para ponerse el buzo y reemplazar a Carratú cuando las cosas no iban bien. O esa pasión con la que se vio a Camila Suhilar y Vanesa Romero, debutantes absolutas, que se bancaron sus primeros minutos nada más ni nada menos que en un Super 4. Y no podemos dejar de mencionar a Carolina Vilorio, Catalina Burgos y Flor Aimone, que desde afuera se las veía desesperadas por entrar a ayudar a sus compañeras. Y no nos olvidemos al director de orquesta, Gustavo Sciglitano, que junto a su cuerpo técnico compuesto por Juan Martín Bertaina, Mariano Muñoz y Martín Duhau, guiaron a esta locomotora a destino.
Es pasión que hablamos es la que empuja a este equipo a seguir ganando. Su motivación la encuentran en el club, en el día a día, en el grupo. Próximamente podemos disfrutar de la generación dorada del handball femenino verdolaga en Caballito. Un equipo que sin duda alguna tiene la sangre verde.
Fotos: Germán Páez
Prensa Handball