Complicado domingo en Sedalo. Las alegrias llegaron sobre el final con el impresionante empate de las Juniors en un PARTIDAZO que desde afuera se disfruto y el debut (en muy buen partido) con triunfo de Ferro B frente a Imdep.
Antes hubo que soportar dos dolorosas derrotas 4-30 y 7-25 de las Infantiles y las Juveniles. A las mas chiquitas no las vi, pero en cambio fui testigo de cómo las Juveniles nunca bajaron los brazos y pelearon hasta el final con un rival superior. Paciencia para las Juveniles, con muchas jugadoras nuevas y un entrenador que sabe lo que tiene que hacer pero recien lleva un mes en el Playon.
Tambien cayeron las Menores y las Cadetas, pero por muy poco y en distintas circunstancias. Las Menores (25-27) en un partido cerrado, donde el arbitro fue protagonista, dirigiendo condicionado por el entorno. Y se equivoco feo varias veces, casi siempre a favor del local. Eso sin tocar el tema de las defensas….
Pero lo peor sucedió en Cadetas (derrota 14-16), y nada tuvo que ver con lo deportivo ni con el resultado. Durante el desarrollo del 2do tiempo, una jugadora de Ferro categoría 95, si, aunque cueste entenderse una jugadora de 15 años fue agredida verbalmente desde la tribuna local. Y no fue un insulto aislado, fueron insultos y comentarios agraviantes durante el tiempo que estuvo en cancha.
Y aquí no se esta tratando de justificar la derrota. Ferro jugo mal y perdio bien. Fue menos que las locales y cayo con justicia. No perdió por la “viveza” de dos o tres que amparados en el anonimato que daba la tribuna insultó hasta "sacar" a la jugadora del partido. Sedalo ganó por meritos propios. Por eso mismo tampoco se entiende el porqué de la sistematica agresión.
En realidad no entendemos, pero miento si digo que no lo esperaba. Los agresores antes nos daban vergüenza propia, por tenerlos en nuestra tribuna. Ahora nos dan vergüenza también, pero ajena. Y eso es un alivio.
Es justo resaltar que dirigentes del club local le pidieron disculpas a la jugadora agredida, disculpas que fueron aceptadas. Y quedo el deseo compartido de que esto no ocurra mas.
Pero hay algo que nos tranquiliza, y es el tener la conviccion que jugadores, padres y entrenadores mas allá de lo que pase con lo deportivo, si los resultados acompañan o no, tenemos bien claro el lugar donde estamos parados, tenemos bien claro cual es el camino y que es lo que queremos para nuestros chicos; que jueguen, que sean respetuosos con compañeros y rivales, que jueguen con el corazón, que respeten y sean respetados. Resumiendo, son valores, valores para la vida, no solo para el Handball. Y por suerte los padres acompañan (ACOMPAÑAMOS) esos valores.
Ojala que lo ocurrido no se repita.