viernes, 28 de agosto de 2015

Gimnasio, reconocimiento.

Lo que se comparte a continuacion no tenia, originalmente, destino publico. Llegó a mis manos y como casi todo lo que escribe Fabiana Iturbide sobre el Handball de Ferro me emociono y fue imposible primero, no coincidir un 1000% con lo escrito y, segundo, reprimir el impulso de, alguna manera (aunque sea en este humilde blog) hacerlo publico.


Le robo a Maria Sol Peñas la presentacion:
Les reenvío las palabras que una linda mamá le escribió a la  Subcomision y me permitió compartirlas.
Para los que no la conocen no se dejen “engañar”, no es una mamá cualquiera, es Fabi una Señora mamá que está colaborando con el handball de FCO hace muchosss años, junto a su esposo, hijos, sobrinos, hermana, cuñado, amigas, amigos, entrenadores/as, jugadores y jugadoras a los que vio crecer y a los que ya no sabe si calificar de hijos postizos, amiguitos, socios-entrañables. Porque todos, hasta el ser más problemático, dejó su huella en su vida, porque como siempre dice “De todo se aprende”.

Para resumirlo: Fabi estuvo y fue testigo de una historia que tuvo tremendos vaivenes y que, con la ayuda de muchos, está llegando a un final feliz.

PD: no dejen de darse una vuelta por el viejo Playón, ver “los fierros” levantados, esperando el tinglado, emociona.

Hola. Soy Fabiana. La mamá de Victoria y de Manuel. La que escribe las palabras para los Piscolabis. Todavía falta para la fiesta del handball, pero hay emociones que no pueden esperar hasta diciembre. Entonces los elegí a ustedes, honorables miembros de la sub comisión para hacerles llegar este breve texto. 
Para algunos son unos pocos años; para mí y mi familia exactamente 17; para otros, son décadas. Pero para todos, el gimnasio cubierto ha sido siempre un sueño. 

Hubo promesas, hubo delirios, hubo frustraciones.

Pero un día Jorge avisó que había un tinglado disponible y ahí las fantasías empezaron a tomar forma. Charlas, negociaciones, idas y vueltas interminables. Recuerdo una tarde de record de calor con un Fede Coppari clavado de astillitas de lana de vidrio. Recuerdo un grupo que pasó horas y horas en Tecnópolis sin poder trasladar ni un fierro. Recuerdo manos y brazos de jugadores y padres cargando un peso que de a uno era imposible, pero entre todos parecía de algodón.

Lo recuerdo a José Luis, solo, dando pasos que medían metros, en cada rincón del club donde podría haber sido posible levantar una estructura.
Y un día alguien dijo que esos fierros y esas chapas no servían para nada. Y otro profesional entendió que sí. Y de golpe parecía que los legisladores decidían por nosotros y acababan con todos los proyectos. Y otra vez se abría un margen de luz...
Y así estábamos. Pasando de la euforia a la tristeza, de los sueños a la desilusión.

Hasta que llegó el día que nos dijeron que había que despedirse del playón. Y otra vez el impacto emocional. Y las dudas. Siempre las dudas. Valía la pena que nuestros hijos dejaran su casa tan amada? Tendría recompensa esa nostalgia tan sentida?

Y las obras empezaron. Y comenzamos a palpitar cada avance. De golpe veíamos que el sueño sí era posible. Pero la historia nos había vuelto a todos desconfiados y necesitábamos pruebas más contundentes que ver nuestro playón devenido en obrador.

Y ayer alguien sacó una foto y todo explotó. Un montón de columnas en pie se convirtieron en la prueba irrefutable de que esta vez sí. Que todas nuestras fantasías se estaban haciendo realidad de una vez por todas.

Nuestros hijos van a poder entrenar aunque llueva. Nuestros jugadores mayores van a poder jugar de local en casa. Todo Ferro va a poder ver de qué se trata el handball. Porque todos van a tener la posibilidad de asistir a los partidos. Porque nos quedamos en casa, sábado o domingo de por medio. 

Y fui testigo de un conmovedor abrazo entre Jorge y José Luis. Dos locos que desde hace años no hablan prácticamente de otra cosa. Dos delirantes que sostuvieron este sueño desde el primer día que se habló del tinglado del Dámaso. Dos señores grandes que ayer temblaban con los ojos llenos de lágrimas.

Y me acordé de mi hijo. Años atrás un día se quejaba de la poca convocatoria en la ardua  tarea de trasladar las estructuras.Y yo le dije: disfrutalo Manu. No importa cuántos sean. Porque va a llegar el día en que se inaugure el gimnasio y que vos juegues un partido en tu estadio. Y ese día te vas a acordar de todo el esfuerzo de tus músculos levantando esos fierros y lo vas a sentir más tuyo todavía.
Y me acordé de mi hija, que siempre fantaseó con una final de handball en su casa, con un gimnasio repleto como tantas jornadas vividas en el Etchart.

Y siempre todo logro trae aparejado un nuevo desafío. El nuestro ahora es trabajar durísimo para acompañar a un presidente que. en este caso, prometió y cumplió. Nos toca estar en el momento histórico cuando este sueño de tantas generaciones se va a hacer realidad.
No nos queda más opción que honrrarlo.

Abrazo para todos y todas.


Los locos son Jorge Bustamante y Jose Luis Crivelli, sin dudas dos importantes artifices para que este gran sueño se convierta en realidad.  GRACIAS!


Perdonen que me agrande
pero soy un barrilete cósmico
lo mas grande

navego contra el viento
haciendo lo imposible me divierto
hasta que su objetivo complete
este jinete no se baja del cohete

por un campo minado
de terrenos peligrosos
me esquive todas las trampas de osos

diariamente el sol fue mi testigo
y la luna, la que me regalo el camino

me cai pero me levante de la primera
como se levantan las flores en primavera

sin rasguños, se hace pequeño
el universo cuando levanto mis puños

le dije a mi coraje
antes que te de calambre
cocíname las ganas que
mis sueños tienen hambre


Y los deseos me vieron nacer
los árboles me vieron crecer
el océano me vio navegar
las estrellas me vieron cruzar
las estrellas me vieron llegar
las estrellas me vieron perder
las estrellas me vieron ganar
las estrellas me vieron correr
las estrellas me vieron volar
las estrellas me vieron perder
las estrellas me vieron ganar...

si se desmayan mis rodillas
si se me cae el cielo
si se desfigura el día y
se convierte en hielo

si mi sangre se torna
color tu verde frio
si mi valor tiene el
estomago vacío

si mis sueños se pelean
con la suerte
puede que el fracaso abra
los ojos y despierte

pero estoy preparado para
los días salados
cualquiera que camine
se tiene que haber resbalado

caí con todo el peso
pero si es fuerte la caída mas
impresionante será mi regreso

ya no corro, le salieron
alas a mis botas
mi cuerpo navega por el aire
FLOTA.!

voy contra todo
hago sudar al viento
cada paso que doy va
narrando un cuento

hasta mis hazañas se asombran
la historia me persigue
por que la convertí en sombra

Y los deseos me vieron nacer
los árboles me vieron crecer
el océano me vio navegar
las estrellas me vieron cruzar
las estrellas me vieron llegar
las estrellas me vieron perder
las estrellas me vieron ganar
las estrellas me vieron correr
las estrellas me vieron volar
las estrellas me vieron perder
las estrellas me vieron ganar...
CALLE 13 ME VIERON CRUZAR