Martín Duhau
Doy vueltas en la cama. Miró el reloj, 5:46 am. Cualquier otro día hubiera sacado la cuenta rápidamente de los minutos que me quedan para dormir antes de que suene el despertador. Hoy no... hoy es EL DÍA.
Hoy es el día que esperamos todos y cada uno del los que pasamos por el Handball de Ferro Carril Oeste.
Hoy es el día que nos prometieron un montón de veces.
Hoy es el día que hace una semana me tiene pensando en él, llenandome los ojos de lágrimas y la garganta de emoción.
Hoy es el día que generó que pasen por mi cabeza una y otra vez esos recuerdos que me marcaron para toda la vida. Desde imágenes confusas del patio de la sede viendo jugar, lo que para mi eran hombres que mi papá ordenaba, a algo que no entendía muy bien, mientras jugaba con los chorritos del bebedero; hasta el día que cada uno de mis hijos tuvo su primer partido en el playon. Recuerdos de las primeras veces que entré al playon para "ir a handball" y sentí ése olor tan característico que resultaba agresivo, pero que sin dudas hasta llegué a extrañar. Recuerdos de infinidad de alegrías deportivas que me enseñaron a disfrutar y de derrotas que me enseñaron a no bajar los brazos y a seguir esforzandome para mejorar. Recuerdos de inmensas satisfacciones profesionales hasta momentos donde, con Mario Manuel Besasso (hermano de mil batallas) nos replanteabamos si realmente debíamos seguir trabajando en esas condiciones... . Recuerdos de alegrías enormes y de tristezas infinitas ... Tomás y Roberto saben de lo que habló.
Hoy es el día que hace 4 o 5 años Jorge Bustamante y José Luis Crivelli (principales artifices de esto) empezaron a soñar y nada ni nadie los detuvo. Nunca habrá agradecimiento que alcance.
Hoy es el día que la familia del handball de Ferro logró una vez más algo a base el esfuerzo y el trabajo mancomunado. Jugadores, ex jugadores, padres, abuelos han aportado cosas para este sueño.
Son las 7:00.... me voy a disfrutar...
